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UNIVERSIDAD Y DISCAPACIDAD: LA TECNOLOGÍA AYUDA
Es difícil evitar la tecnología. Para muchos de nosotros, está metida hasta el tuétano en casi todos los aspectos de la vida cotidiana. Es esencial para nuestra vida social y para trabajar, por lo que tiene sentido esperar que las instituciones educativas incorporen de manera efectiva la tecnología en sus sistemas y procesos.
La Universidad puede ser una experiencia que cambia la vida. Proporciona oportunidades para que los estudiantes obtengan conocimiento y cumplan sus sueños. La tecnología desempeña un papel clave en la mejora de esta experiencia para todos los estudiantes y, desde luego, puede ayudar a derribar las barreras con las que algunos de ellos se topan cuando acceden a la enseñanza superior.
Los avances tecnológicos se aceleran a un ritmo vertiginoso. Muchos de los cambios que estamos presenciando ofrecen oportunidades fantásticas para que los estudiantes discapacitados trabajen independientemente y superen las dificultades que pueden recortar su éxito. De maneras que eran inimaginables hace apenas un par de décadas, la tecnología se está utilizando para ayudar a los estudiantes con discapacidades. Y es que pueden asistir a clases tanto física como remotamente.
LA TECNOLOGÍA AYUDA
Los estudiantes con discapacidades visuales, por ejemplo, pueden "ver" objetos o personas en el aula con el uso de herramientas de inteligencia artificial descriptivas. Las aplicaciones informáticas también están proporcionando asistencia con la escritura a aquellos con dislexia, y hay una gama de soluciones tecnológicas para ayudar a reducir el estrés y permitir a los estudiantes sentir más que tienen el control de sus estudios.
Es importante notar, sin embargo, que muy a menudo los estudiantes con necesidades educativas especiales o discapacidades que logran llegar a la Universidad provienen de hogares muy solidarios y de redes educativas. Por lo tanto, pueden experimentar un choque brutal cuando están estudiando independientemente fuera de casa por primera vez. Pueden comprobar que las estrategias que se emplearon con ellos durante Secundaria y Bachillerato ya no son suficientes.
A veces las personas pueden ser reticentes a revelar su condición a la Universidad o a otros estudiantes. Ello conduce a dificultades para estudiar, resultados deficientes y, para algunos, problemas de salud mental relacionados con la presión y su temor al fracaso. Los estudiantes también pueden tener problemas físicos y de salud adicionales vinculados a su necesidad educativa especial o discapacidad. Pueden ser malentendidos o, simplemente, no tenidos en cuenta por el personal docente y otros estudiantes. Migrañas o la fibromialgia, por ejemplo, pueden tener un impacto perjudicial en el aprendizaje.
Todos los estudiantes deben compartir cómo se sienten. Contar, si existe, con el servicio de apoyo estudiantil y encontrar las soluciones tecnológicas adecuadas que funcionan para ellos.
AYUDAS PARA ESTUDIANTES DISCAPACITADOS
Las ayudas para estudiantes discapacitados financiadas por los gobiernos están disponibles si eres un estudiante con dificultades de aprendizaje, problemas de salud o discapacidades. Aquellos que son susceptibles de recibir la ayuda pueden recibirla con la inclusión de los costes de equipos especializados, así como los costes derivados de la relación con ayudantes no médicos, gastos de viaje incurridos debido a una discapacidad, y algunos otros costos adicionales que provoca el hecho de estar estudiando.
Sin embargo, muchos estudiantes no saben nada acerca de esas ayudas y se pierden el apoyo al que tienen derecho. Que los futuros alumnos de una universidad sepan que tienen derecho a ayudas, puede constituir un verdadero objetivo, no sólo para el estudiante individual, sino también para la Universidad, ya que los estudiantes con discapacidades que reciben ayudas tienen tasas de abandono más bajas (8,9 %) que los estudiantes no discapacitados (10 %). Pero resulta que los estudiantes con discapacidades que reciben algún tipo de ayuda representan sólo el 23 % del total. Las ayudas pueden constituir una gran diferencia en las experiencias de los estudiantes con discapacidad en su búsqueda de una titulación universitaria. El apoyo técnico y económico que obtienen es muy profesional y servicial.
La crisis económica de la última década provocó recortes en los fondos para la ayudas a estudiantes con discapacidad. La responsabilidad de hacerse cargo de ellas recayó en las propias familias (que tuvieron que echar mano de ahorros y préstamos bancarios) y en las universidades. En consonancia con las políticas gubernamentales, las instituciones de educación superior deberían alejarse del modelo médico de discapacidad y adoptar un enfoque holístico e institucional para eliminar las barreras y crear un entorno de aprendizaje inclusivo para todos.
La tecnología desempeña un papel importante en esto al proporcionar las herramientas para tener éxito y facilitar información personalizada para que los estudiantes puedan acceder fácilmente a la tecnología de asistencia y a otro apoyo que necesiten. Y es que el uso eficaz de la tecnología es fundamental para el desarrollo de la inclusión en nuestras instituciones educativas superiores.
TIPOS DE SOPORTE TÉCNICO
Las soluciones tecnológicas pueden tener un gran impacto en el aprendizaje en todo el espectro de necesidades educativas especiales y discapacidades. El diseño inclusivo es un elemento clave en el desarrollo de software convencional y especializado, y los desarrollos que pueden ayudar a este grupo de alumnos pueden ser de gran beneficio para toda la población en su conjunto.
Adaptaciones como subtítulos para la pérdida auditiva pueden beneficiar a cualquier persona en entornos ruidosos, como cafés o trenes. Las aplicaciones para aquellos con discapacidades cognitivas o dificultades emocionales también ofrecen beneficios fantásticos para toda la población estudiantil. Por ejemplo, las aplicaciones de meditación recomendadas para la ansiedad y las condiciones de salud mental son particularmente útiles para mejorar la calidad del sueño y alentar una mentalidad positiva.
Hay muchas aplicaciones que ayudan con la movilidad que también beneficiarían a cualquier persona con una lesión. O tal vez un padre novato utilizando una mano mientras amamanta a su bebé con la otra. Las aplicaciones que le dicen dónde están los mejores servicios de accesibilidad en áreas públicas, o software de voz a texto que no requiere que alguien escriba sus notas o mensajes, puede ser de gran utilidad a cualquiera.
Al llevar la conversación sobre la inclusión a la vanguardia de la educación y permitir que los beneficios de la tecnología ayuden a toda la institución, podemos mejorar la experiencia universitaria para todos.
¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DEL FUTURO?
Es importante reconocer cómo la tecnología ya se está utilizando para hacer la educación más inclusiva, pero también debemos considerar el papel que podría desempeñar en la educación de las generaciones futuras. Lo que los estudiantes están aprendiendo está cambiando constantemente. Y no es sólo que los niños están aprendiendo las mismas cosas de siempre en los nuevos dispositivos. Los desarrollos en inteligencia artificial y robótica ya están transformando entornos de trabajo. Muchas de las habilidades que los niños necesitarán el día de mañana cuando entren en el mercado laboral son muy diferentes a las que se encuentran en los lugares de trabajo de hoy en día.
Es hora de abrazar el potencial de la tecnología en la educación y cómo puede ayudar a las personas con discapacidades, con problemas de salud y con necesidades educativas especiales a alcanzar sus metas. Será fascinante ver cómo las instituciones de educación superior continúan adoptando y utilizando la tecnología para beneficiar a los estudiantes y hacer que la educación sea más inclusiva.
Quiero creer que cada día que pasa la universidades son más accesibles…