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COVID-19: NIÑOS Y EL MANEJO DE LAS EMOCIONES
Aprender el manejo de las emociones es crucial en esta época en la que tanto adultos como niños nos sentimos inseguros, ansiosos, solitarios y asustados. Todos estamos sintiendo grandes emociones en este momento, mientras el mundo entero lucha contra el virus COVID-19. Este es el momento de practicar las habilidades de autocuidado. A continuación se ofrecen algunos consejos para ayudar a su hijo a desarrollar habilidades de cuidado personal para reconocer y manejar sus emociones. Como padres y cuidadores, podemos ayudar a los niños a desarrollar sólidas habilidades de autocuidado para ayudarlos a sobrellevar la adversidad y animarse a sí mismos.
Manejo de las emociones: primero, identificarlas
Aprender a notar, identificar y calmar sus propias emociones comienza en la niñez, pero su hijo continuará desarrollando estas habilidades a lo largo de su vida. Las emociones pueden ser abrumadoras para todos. Los niños pequeños, en particular, pueden tener dificultades para comprender los aumentos de emoción y las sensaciones físicas que los acompañan, como mariposas en el estómago o temblores. Dependen de usted para que les ayude a descubrir qué significan los sentimientos y a nombrarlos.
Sea curioso con su hijo sobre lo que está sintiendo. Puede preguntarles qué está sucediendo dentro de su cuerpo y si pueden nombrar la emoción que sienten. También puede apoyarlos describiendo lo que ve y adivinando cuál podría ser la emoción que están sintiendo. “Veo que tu cara está roja y tus manos en puños. Cuando hago esas acciones, a menudo me siento enojado. ¿Crees que es así como te sientes?
Manejo de las emociones: segundo, autovalidarlas
Además de aprender a reconocer e identificar las emociones, es importante que los niños aprendan que las emociones no son correctas o incorrectas, simplemente lo son. No importa cuán grande o dolorosa sea una emoción, es una experiencia segura y aceptable. Puede ayudar a los niños notando y validando sus emociones.
Por ejemplo, podría decir: “Es difícil que todos tengamos que quedarnos en casa para combatir el virus. Eso significa que no puedes ver a tus amigos. Puedo ver por qué te sientes triste “. Cuando los niños aprenden a validar sus propios sentimientos, les permite reducir la intensidad de una emoción que sienten en el momento y aumenta la confianza en su capacidad para manejar sus emociones.
Manejo de las emociones: tercero, descubrir qué calma a tu hijo
Ayude a su hijo a descubrir qué actividades o experiencias lo ayudan a calmarse o sentirse mejor. Lo que ayuda a un niño a sentirse mejor dependerá de la situación y de las preferencias del niño, así que explore muchas actividades diferentes. Algunos niños encontrarán que calmar sus sentidos con música, un baño caliente, mirar las nubes o acurrucarse con su amado favorito podría ayudar. Otros pueden encontrar que un proyecto como construir un fuerte o montar un espectáculo de marionetas es una buena distracción.
Descubrir qué te ayuda a calmarte es una habilidad importante que es divertida de desarrollar. ¡Ayude a su hijo a recoger algunos de sus objetos relajantes favoritos para crear un “kit de afrontamiento fácil de agarrar! (o “kit de auto calma”)!”. También puede ser útil y divertido sentarse con su hijo en un momento de calma y, en colaboración, hacer una lista de algunas de sus actividades favoritas para relajarse. Tener una lista antes de que su hijo comience a tener dificultades puede ayudar a aliviar la presión de ambos en un momento difícil.
El diálogo interno es útil para el manejo de las emociones
Aprender a reconocer cómo nos hablamos a nosotros mismos es otra habilidad importante para la vida. Ayudar a su hijo a comprender cuán poderosa puede ser su voz interior es el primer paso para enseñarle a usar el diálogo interno positivo. Cuando nos hablamos a nosotros mismos de manera negativa, a menudo nos sentimos peor y es menos probable que persistamos o perseveremos en una situación desafiante. Luego nos sentimos mal por no haberlo hecho bien o por no haber renunciado.
Ayude a su hijo a notar cuándo se menosprecia y cómo eso lo hace sentir. Una vez que esté consciente de que su voz interior puede afectar sus sentimientos, entonces trabaje para ayudarla a pensar en frases positivas para usar en situaciones desafiantes. En lugar de “No puedo hacer esto”. parafrasear a “No puedo hacer esto TODAVÍA, pero si sigo intentándolo, mejoraré”. Practicar el diálogo interno útil durante los momentos de calma puede facilitar que su hijo lo use cuando se sienta estresado.
Modele el afrontamiento constructivo y el autocuidado
Como padres y cuidadores, a menudo anteponemos las necesidades de los niños a las nuestras, ocultando nuestras emociones. Sin embargo, es importante modelar para los niños cómo manejamos situaciones difíciles. Cuando esté enfrentando una situación difícil de la que sería apropiado que su hijo oyera, considere etiquetar su emoción y describir cómo planea enfrentarla.
Por ejemplo, podría decir: “Me siento triste por haber tenido un día difícil en el trabajo. Para cuidarme y cuidar mis sentimientos, voy a sacar al perro a dar un largo paseo y darme un baño más tarde esta noche “.
Cuando buscar apoyo
Aprender a manejar las emociones es un proceso que dura toda la vida. Los niños desarrollan esta habilidad a diferentes ritmos, y es común que los niños y adolescentes atraviesen períodos en los que son más o menos capaces de afrontar con habilidad emociones poderosas. Sin embargo, si su hijo constantemente tiene problemas para lidiar con las emociones dolorosas, considere buscar apoyo profesional. Consulte a un psicólogo autorizado u otro profesional de la salud mental con formación en terapia cognitivo-conductual (TCC) para niños.