TRASTORNOS DE SALUD MENTAL EN EL AULA

TRASTORNOS DE SALUD MENTAL EN EL AULA

A menudo, la salud mental tiene una imagen predominante en la sociedad. El estereotipo es el de una persona que está fuera de control, con una mirada “loca” en sus ojos y es muy peligrosa. Esa caracterización no solo es incorrecta, sino también insultante.

Salud mental: hasta un 20% de la población mundial sufrirá algún trastorno

Los trastornos de salud mental vienen en muchos tamaños y formas y no existe un método único para abordarlos. Según la mayoría de asociaciones de salud mental, aproximadamente el 20% de la población mundial experimentará personalmente una enfermedad mental en su vida. Sin embargo, por mi propia experiencia como maestra, sé que a un número mucho mayor de jóvenes nunca se les diagnostica.

El papel de los educadores para detectar problemas de salud mental

Los educadores a menudo están en la primera línea de la vida de sus estudiantes, por lo que no solo son a veces los primeros en notar los síntomas de una enfermedad mental, sino que también influyen fuertemente en cómo los estudiantes perciben la salud mental. Mientras enseñaba, siempre estuve al tanto de las estrategias y prácticas de instrucción que pueden ayudar a sus estudiantes a alcanzar su máximo potencial.

Estrategias para abordar la salud mental en el aula

Me gustaría compartir estas estrategias que he utilizado para abordar la salud mental en el aula. Tenga en cuenta que cada niño es diferente y que con cada trastorno hay diferentes grados de síntomas y problemas de presentación.

Trastornos de ansiedad

Comenzaré mi enfoque con los trastornos de ansiedad que pueden manifestarse de diferentes formas. Los estudiantes ansiosos pueden frustrarse fácilmente o ser perfeccionistas, teniendo dificultades para completar las tareas. O simplemente pueden negarse a empezar por miedo al fracaso. Esto puede provocar ausentismo para evitar vergüenza.

Aquí hay algunos consejos:

– Permitir plazos flexibles cuando encuentren una tarea en particular preocupante. Fomente la responsabilidad y el seguimiento, pero no de manera que promueva el estrés y la incomodidad.

– Proporcione opciones para las asignaciones y ayúdelos a sentir que tienen cierto control sobre su entorno.

– Asegúrese de que anoten las instrucciones de la tarea correctamente.

– Publique el horario de clases diario para que los estudiantes sepan qué esperar.

– Fomente la participación en actividades extracurriculares para ayudar a aliviar algo de ansiedad a través del ejercicio y un sentido de pertenencia social.

– Modele la calma y el autocontrol.

El trastorno bipolar

El trastorno bipolar es otra enfermedad que ven los profesores en el aula. Los estudiantes pueden experimentar fluctuaciones en el estado de ánimo, los niveles de energía, el esfuerzo y la motivación que pueden ocurrir muchas veces al día, a diario, en ciclos específicos o durante ciertas estaciones del año. Como resultado, un estudiante con trastorno bipolar puede tener dificultad para concentrarse, comprender tareas que tienen muchas partes o que tienen instrucciones complejas y puede volverse desafiante cuando se le confronta con su trabajo en clase.

Aquí hay algunas estrategias de instrucción sugeridas:

– Divida las lecturas asignadas en segmentos manejables y monitoree el progreso del estudiante, verificando la comprensión periódicamente.

– Cuando la energía de un estudiante es baja, reduzca las demandas académicas; cuando su energía sea alta, auméntelos.

– Identifique un lugar donde el estudiante pueda ir por privacidad hasta que recupere el autocontrol.

– Si un estudiante se vuelve desafiante, no discuta con él; en cambio, concéntrese en calmarlo.

– Consulte regularmente con los padres del estudiante para que pueda compartir sus observaciones y comprender mejor sus ciclos de fluctuaciones del estado de ánimo de manera más efectiva.

– Si el estudiante está dispuesto, hable con él o ella sobre sus ciclos y cómo preferiría que respondiera a sus episodios.

– Corrija a otros estudiantes que intentan “estigmatizar” o “etiquetar” a un compañero de clase que está experimentando fluctuaciones de humor o energía.

La depresión

La depresión es otro trastorno que los estudiantes pueden estar experimentando. Pueden mostrar un cambio marcado en su interés por el trabajo y las actividades escolares. Sus calificaciones pueden bajar significativamente por falta de interés, pérdida de motivación o ausencias excesivas. Pueden retirarse y negarse a socializar con sus compañeros o participar en proyectos grupales en el aula.

Aquí hay algunas estrategias sugeridas para abordar la depresión:

– Reducir algunas presiones en el aula.

– Divida las tareas en partes más pequeñas.

– Asegure a los estudiantes que pueden ponerse al día. Proporcione instrucciones paso a paso y sea flexible y realista con sus expectativas.

– Ayude a los estudiantes a utilizar declaraciones positivas sobre su desempeño y fomente el establecimiento de metas positivas y realistas.

– Fomente la interacción social gradual (es decir, trabajo en grupos pequeños). Pida a los estudiantes que son más sociales que ayuden a que ese estudiante vuelva a las discusiones grupales.

– Pregunte a los padres qué sería útil en el aula para reducir la presión o motivar al niño.

– Fomente la actividad física que ayudará al estudiante a hacer ejercicio diario.

– Nunca descarte los sentimientos de los estudiantes. No diga “lo superarás” o “es solo una parte del crecimiento”.

– Cuando los estudiantes se acerquen a usted para hablar de su depresión, haga preguntas para ayudar a comprender cómo se sienten y qué están experimentando.

– Incluya información sobre la depresión en su enseñanza. Muestre a los estudiantes que ha habido muchas personas famosas y exitosas que han tenido depresión y la superaron.

Arrojar luz sobre la salud mental

La enfermedad mental todavía está muy mal interpretada y poco discutida en la sociedad y, como resultado, nuestra juventud a menudo sufre en silencio. Saben que no se sienten bien, pero también son conscientes de que pueden ser llamados “locos” o “locos” si se presentan. Esas etiquetas y cualquier estigma asociado a los trastornos de salud mental deben extinguirse y los educadores deben estar a la vanguardia de tales acciones.

Recuerde a toda la clase que quienes padecen problemas de salud mental merecen el mismo respeto y dignidad que quienes padecen problemas de salud física. Puede ilustrar esto mediante lecciones sobre los efectos de la estigmatización, los prejuicios y la discriminación. Si un estudiante ha sido diagnosticado y confía en usted sobre su condición, espero que las estrategias sugeridas ayuden a los estudiantes a alcanzar su máximo potencial en un ambiente de clase inclusivo, positivo y empático.

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